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Illimani Patiño

22 de marzo de 2019

Más personas mueren en el mundo por agua contaminada que por enfermedades o guerra

Hoy 22 de marzo se celebra el Día Mundial del Agua que tiene el objetivo de elevar la conciencia de las personas, especialmente de las generaciones más jóvenes, sobre la necesidad de garantizar el acceso a agua dulce y limpia a todos los seres humanos y resaltar los grandes retos que tenemos frente a la conservación de las reservas de agua en el mundo.

Y es que el agua es clave para la supervivencia de todo el ecosistema terrestre, de ella dependen absolutamente todos los ciclos fundamentales para la prolongación de todos los tipos de vida.

Para los seres humanos, la realidad es verdaderamente preocupante. Más de 800 millones de personas no tienen acceso al mínimo vital necesario (1 de cada 9 seres humanos), especialmente en el continente africano.

Tomado de: Statista

Enfermedades como cólera, tifoidea y hepatitis causan cientos de miles de muertes en países con ingresos bajos y niveles de desarrollo insuficientes. Pero también, países con niveles desarrollo humano medio y alto han visto cómo este problema representa un peligro inminente para la supervivencia humana.

Tal es el caso de Ciudad del Cabo, una ciudad de casi medio millón de personas que enfrentó el escenario de una inminente sequía total de sus recursos acuíferos entre 2015 y 2018. El escenario era tan catastrófico la ciudad ya planeaba mudarse en caso que se diera el día cero de sequía total de sus embalses.

La buena noticia es que la segunda ciudad más importante sudáfrica a logrado poco a poco recuperarse, pero con el costo de reducir a más de la mitad su consumo normal de agua y ejecutar medidas radicales para la protección del agua. Sin embargo, no debemos olvidar que este es un caso que puede ocurrir en cualquier parte del mundo de acuerdo a las condiciones de destrucción de la naturaleza y cambio climático que enfrentamos actualmente.

Recuerda: todos somos responsables con contribuir a proteger el agua y el plantea. Ahorra agua, consume menos carnes rojas, reduce el tiempo de baño, usa electrodomésticos ahorradores de energía… todos podemos poner nuestro granito de arena aunque, por supuesto, la única solución a la crisis es política

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