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Jeniffer Espinosa

2 septiembre, 2019

El séptimo arte de la sala a la montaña

El cine se ha convertido en un elemento transformador y pedagógico en las montañas de Carepa, gracias a un grupo de profesores de diversas regiones del país que llevan la magia de las películas a las veredas más lejanas del Urabá antioqueña

‘Cine en la Montaña’ es una iniciativa de un grupo de jóvenes de Medellín y Bogotá, que ven la necesidad de llevar a la ruralidad del municipio de Carepa espacios que permitan que los jóvenes de las comunidades se interesen, aprendan y se apoyen en el arte y las tics para mejorar sus habilidades para la vida, permitiéndoles comunicar sus saberes, sus tradiciones, su forma valiosa de ver la vida y a partir de esto construir nuevos caminos para que fortalezcan y desarrollen sus proyectos de vida.

La idea surgió en el 2017, y logró materializarse en marzo del 2018, ya que en el proceso tuvieron que prepararse, obtener herramientas ideales para lograr sus objetivos y lograr proyecciones de muy buena calidad, así compraron un proyector, equipo de sonido entre otros equipos necesarios para cumplir su misión.

El proyecto nace desde la idea de nuestro líder Cristian Montoya durante una de sus estancias en una vereda del alto de Carepa, donde se imagina junto con un amigo, una forma de llevar el arte a través del cine a estos espacios rurales con tres objetivos principales:

  • Conectar comunidades rurales con el mundo
  • Transformar los estereotipos negativos
  • Generar espacios de educación, arte y paz (enfoque en habilidades para la vida).

Según nos cuenta Savina María Cabezas, cinemontañera líder en la zona, la conexión entre los cinemontañeros en cada colegio donde se proyecta y el grupo líder que por ahora está en diferentes zonas del país.

Cine en la Montaña tiene una mirada clara hacía lo educativo y cultural, así que las primeras proyecciones están relacionadas con las habilidades socioemocionales, trabajando en temas como la empatía, ser resilientes y soñadores, además de dejar un mensaje acerca de omitir la violencia en cualquier espacio de su vida, por esto dentro de las actividades además de ver una cinta que habla de un valor, finalmente hacen una realimentación , hay actividades y conversaciones, donde hablan acerca de las emociones que causó.

Este tipo de encuentros generan un gran impacto social, sobre todo al ser realizados en espacios alejados de la educación y cercanos a la violencia, así con dinámicas y escenarios diferentes al del aula de clase promueven el amor por el conocimiento.

Savina coordina con los cinemontañeros toda la logística en cada etapa del desarrollo del proyecto; planeación, grabación, edición y proyección, pues aunque dentro del plan general tenemos unas directrices para ejecutar el proyecto, pero yo los acompaño más en el detalle teniendo en cuenta lo particular de su colegio o comunidad.

El proyecto ha tenido una gran acogida y resultados positivos, sin embargo existe un común denominador que se ha convertido en una pequeña piedra en el zapato pero que pese a ello no se han detenido: Nuestro mayor reto es tener un recurso financiero estable para todo lo que significa el desarrollo del proyecto, los desplazamientos, principalmente, requieren gran parte de la inversión teniendo en cuenta que los lugares donde se ejecuta son zonas de difícil acceso, adicional no contamos con equipos de edición, audiovisuales y de adecuación suficientes, también dentro de nuestros objetivos se le apunta a que los jóvenes de las comunidades puedan apropiarse del proyecto y para esto debemos formarlos en herramientas tics y actualmente no contamos con los recursos para hacer esto posible.

Pero, aunque existen esos obstáculos, han logrado desarrollar el proyecto con una sonrisa en el rostro y con la mano en su corazón, pues es el amor y la gratitud de aquellos niños es su mayor recompensa. Así han continuado hasta llegar a este punto, alcanzando grandes logros desde el momento de su creación. En primer lugar ganaron la convocatoria de la organización ADIUVO, quienes movilizan recursos económicos, humanos y tecnológicos para que profesores de escuelas públicas colombianas puedan mejorar la calidad educativa  a través de proyectos de aula.

Con su iniciativa lograron también que uno de los estudiantes de la Institución Educativa Rural El Cerro tuviera la oportunidad de hacer parte del programa CATALIZADORES, un curso corto que le brinda a un grupo de jóvenes de toda Latinoamérica las herramientas para que emprendan una lucha contra las drogas a partir de proyectos que movilicen dentro de sus comunidades.

Por otro lado llegaron a ser parte de las iniciativas elegidas por el periódico EL TIEMPO dentro de su sección “Buenas noticias” que en alianza con el Programa de Alianzas para la Reconciliación de Usaid (Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional) y Acdi/Voca buscan esas buenas noticias e iniciativas que cambian los estereotipos negativos del país, especialmente en las zonas más apartadas que, por consecuencia de la guerra y el conflicto armado con la exguerrilla de las Farc, no se han visibilizado positivamente. (ACDI/VOCA es una ONG norteamericana que fomenta el crecimiento económico sostenible, promueve iniciativas que generan oportunidades y elevan la calidad de vida de comunidades).

En el 2018 tuvimos un alcance de 800 personas, en especial niños y jóvenes, quienes participaron en la creación de contenidos, proyecciones, patrocinio de campañas. Adicional hubo gran participación en nuestro perfil de Facebook @cineenlamontana, donde la comunidad manifestó su apoyo y fueron participes en la elección de piezas cinematográficas.

Cine en la Montaña se convierte así en influenciador del cine fuera de la sala, del cine para educar, en el causante del asombro de los niños, del despertar de su imaginación y la gestación de su creatividad y sueños, con su proyecto transportan a cientos de niños a un lugar que es quizá para ellos desconocido y distante, incluso con las crispetas los profesores recrean la atmósfera acercándolos a la experiencia del cine, ese que para muchos es común, un hobby, un entretenimiento.

Ellos desean tener la posibilidad de ver cine “de verdad”, los pocos que tienen televisor -y eso ya es un lujo- es por lo general un aparato pequeño y muchas veces con muy mala señal, ahora, es común que ellos no hayan tenido la posibilidad de pisar una sala de cine, pero saben que existe, aunque es todo un misterio para ellos. Queremos que también ellos vivan esa experiencia – a escala – de la emoción de estar en una sala de cine, afirma Savine.

Además del escenario educativo, el proyecto pretende generar comunicación y conocimiento entre veredas que son muy alejadas. Para lograrlo graban videos en los que niños narran las experiencias positivas de sus zonas, luego estos son proyectos en otras veredas, así su labor se convierte en un tejido, en una red de conocimiento compartido, y sin tener que desplazarse de sus hogares borran las fronteras que los distancian de los otros.

Creemos que el arte es una herramienta poderosa para enseñar, movilizar y transformar, ¿por qué el Cine? Porque los niños y jóvenes viven en el sueño de ser protagonistas de su propia historia y hacen cada cosa que los acerque a ese sueño. A través de los contenidos audiovisuales ellos son los protagonistas de cada historia, aprenden sobre habilidades para la vida y les enseñan a sus vecinos en otras montañas a través de una pantalla.

Para Cine en la Montaña todas las producciones cinematográficas que seleccionamos son la mejor excusa para unir a la comunidad en torno de esta y estando ahí lograr que a partir de sus propias creaciones aprendan a desarrollar y fortalecer sus habilidades para la vida.

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