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Stiven Cartagena

14 octubre, 2019

Bosques urbanos: la solución contra el cambio climático en las ciudades

Considerados parte fundamental para combatir la emergencia climática, albergan biodiversidad, tienen capacidad para bajar las temperaturas, mejoran la calidad del aire, y según estudios, propician una buena salud mental. Lo anterior son características que definen a los árboles, pulmones y aliados de la naturaleza. Sin embargo, muchos siguen talando bosques, poniendo en peligro la existencia del planeta y la salud de todos los habitantes.

Una investigación afirma la gran importancia que tienen las cubiertas forestales: los árboles deberían ser utilizados para reemplazar el aire acondicionado según la Comisión Forestal Británica. Desde allí, revelaron que las áreas con más árboles podían estar 4 grados más frías que otros lugares en la misma ciudad sin vegetación.

Al seguir el plan recomendado por la CFB, investigadores descubrieron que el aire acondicionado podría reducirse en las ciudades hasta en un 13 por ciento, ahorrando 22 millones de libras al año y reduciendo considerablemente la huella de carbono de los entornos urbanos.

Ciudades que ya cuentan con bosques urbanos

En latinoamérica existen varias ciudades que ya se encuentran introduciendo el modelo de bosques urbanos para combatir los efectos del cambios climático. Medellín es una de ellas, quien hace poco fue distinguida por su proyecto de corredores verdes con uno de los Premios Ciudades otorgado durante la Cumbre del Grupo de Liderazgo Climático C40, celebrado en Copenhague.

La ciudad, localizada en Colombia, se impuso en la categoría «El Futuro que queremos es resiliente», en la que también competían proyectos de Nueva Delhi, Portland (Estados Unidos) y Ciudad Quezón (Filipinas).

Jardines verticales de los viaductos del Metro de Medellín. Foto: Diego Zuluaga.

El plan, que se empezó hace tres años, consiste en la siembra de árboles, arbustos, palmas y coberturas verdes para crear una red de vegetación interconectada conformada por 19 ejes viales, 12 cuencas de quebradas y los cerros Nutibara, El Volador y la Asomadera, de la ciudad de Medellín.

La red ha ayudado a mejorar considerablemente la biodiversidad urbana y, como mencionaba el estudio citado al principio, también ayuda a absorber los contaminantes del aire, capturar una cantidad significativa de CO2 y reducir el efecto de calor.

El certamen destacó que la ciudad es una muestra de cómo políticas integradas y basadas en la naturaleza pueden tener un gran impacto en el medio ambiente local y global, a la vez que mejoran la calidad de vida y el bienestar de sus habitantes.

Además de Medellín, fueron premiadas otras seis ciudades: Calcuta (India), Seúl (Corea del Sur), Accra (Ghana), Londres (Inglaterra), San Francisco (EE.UU) y Cantón (China), todas por su contribución para combatir el cambio climático a través de políticas locales.

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